Cien Táleros

No sabía lo que significaban los enigmáticos cien táleros.
¿Por qué se llama así el blog del profesor?
Llegué a Kant a través de ello.
Descubrí que el ejemplo de los cien táleros prusianos trata de demostrar que no por pensar en una cantidad de dinero como esta tendré efectivamente dicha suma. O sea, la idea de algo no implica la demostración de la existencia de esa cosa.
Y a través de Kant  llegué a Konigsberg, esa ciudad que fue Prusiana y luego rusa pero de cultura alemana. Hoy se llama Kaliningrado y fue arrasada en la segunda guerra mundial.
Y de Konigsberg pasé a mirar un mapa y aluciné al comprobar como hoy es una pequeña porción de tierra rusa rodeada por Lituania  y Polonia. No tengo dudas de que debe haber otra historia interesante detrás de eso.
Y desde el mapa me fijo en Lituania y Polonia. Y leo. Y me choca que seán las dos únicas naciones católicas de la zona. Y leo más. Y me entero de que los caballeros Teutones fundaron esos países. Y que los Teutones era una orden de caballeria de caracter religioso fundada en la época de las cruzadas.

Y llego a las cruzadas. Y me entero que fué un gran esfuerzo de Europa por reconquistar Tierra Santa entre los siglos XI y XIII. Sigo viajando por internet y me llama la atención la Cruzada de los Niños. Más información...quiero saber más. Salieron 30,000 niños con destino a Palestina ...murieron casi todos y los dos mil que quedaban fueron vendidos como esclavos. Otra locura de la historia en la que profundizar.

Y aterrizo en Alejandría ya que este es el lugar en donde vendieron a estos niños como esclavos. Y leo la historia de su mítica biblioteca. La mejor que existió jamás.

Y aquí me vuelvo a acordar de Kant. Seguro que hubiera empleado sus cien táleros en comprar  algún libro de esta biblioteca.

Se acaba el juego. Salí de los cien táleros y volví a ellos.

Casi me pierdo.

Rodrigo G.

La comida basura:¿barata y rápida o poco saludable y adictiva?

El tema de la comida basura es bastante delicado.Para empezar, hay que admitr que a todos nos gusta eso está claro y que, diga lo que diga, todos (incluido yo) seguiremos llendo a restaurantes de comida  rápida. Esto no es obstácuo para que todos conozcamos una serie de cosas sobre este tipo de alimentación que en muchos casos se ha convertido en toda una cultura del mal comer.

Es adictiva. Sin paliativos. Adictiva. Aunque creas que no pasa nada al final no puedes parar de comerla..Además, se ceba en las capas con menos poder adquisitivo de la sociedad ya que los precios son muy bajos.
Por otro lado, los problemas que pueden ocasionar a la salud son muy graves ya que esta comida engorda y puede ocasionar infartos, problemas de estómago etc.

Probablemente esto ya lo sabemos todos,  pero me gustaría reflexionar sobre las agresivas campañas de marketing que hacen estas empresas. No hay leyes que las paren y los niños son especiales víctimas de ello.
Tienen muy claro donde trabajarse a los consumidores.

Un caso concreto lo podemos encontrar en Mc Donald´s que utiliza una publicidad muy inteligente para intentar dar la visión de que es un sitio sano donde se come bien y barato.El payaso Ronald McDonald está pensado especialmente para atraer al público infantil.

No sé si habéis notado como ha cambiado su color del rojo al verde para intentar dar una imagen de empresa sana respetusa con la naturaleza. Parece que cambiando el color la comida va ser más sana.

 ¡Pues funciona!.

Cada vez veo estos restaurantes más llenos.

Rodrigo G.

México y el narcotráfico

He vivido los primeros ocho años de mi vida en México. Me duele ver como un país con enorrmes posibilidades de desarrollo y en el que viven familia y amigos se deteriora poco a poco. La gente de allá comenta que las cosas han ido a peor. Siempre ha existido cierto nivel de inseguridad pero lo de ahora es insoportable.
No es seguro viajar en coche. Salvo en la capital ( no se sabe por qué misterio o pacto oculto) todo el undo se mueve con muchísima precaución. el otro día escuché que en los últimos seis años ha habido más muertos que en la guerra de Irak.

¿Qué está pasando?. Después de algunas investigaciones estas son mis conclusiones:
1) La industria colombiana del narcotráfico, perseguida por los últimos gobiernos locales, se ha mudado a México. Están más cerca del gran mercado de consunidores. Los Estados Unidos. Los medios que usan son increíbles. Desde submarinos rusos de bolsillo a aviones inmunes al radar.
2)Grandes zonas del país estaban abandonadas por el gobierno. Los cárteles cubren las funciones del estado. Construyen hospitales y escuelas. Ayudan a la gente. Tienen hasta un supuesto santo llamado Jesús Malverde. No es broma.
3) La guerra declarada contra el narco por el anterior presidente de México fué un fracaso. Sólo la marina ofrece garantías de no corrupción interna y los cárteles desactivados se dan a la delincuencia habitual. No entienden otro modo de vida que no sea delinquir.

¿Y dónde están los Estados Unidos?. ¿Qué hacen al respecto?. No he visto que se detenga a nadie de nivel al otrolado de la frontera. Digo yo que gran parte de la gente que controla esta cadena de corrupción y muerte estará en el mercado consumidor. Pero no pasa nada.

Mientras tanto, México se desangra incapaz de combatir a un enemigo más poderoso que él.

Ya lo dijo Porfirio Díaz. ¡Pobre México!. ¡Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos!.

Rodrigo G.

Las notas de nuestros padres

Perece que nuestros padres sacaban mejores notas que nosotros.
¿Nunca suspendieron?.
¿A todos nos ha tocado el máquina de la clase?.
Empiezo a dudar de que sea cierto.
Nunca he visto que sustentaran la afirmación enseñando las notas.
Creo que lo dicen para motivarnos. O picarnos. O...

Supongo que a muchos  nos pasará algo parecido.

Por lo pronto, he decidido buscar entre los trastos viejos por si las encuentro.

Tengo curiosidad

Rodrigo G.

Tres Entierros

Este invierno he ido a tres entierros.
 Mis padres no me llevaban antes pero ahora dicen que ya tengo edad para asistir.
Es raro.
 El tanatorio parece una máquina perfeca de procesar dramas.
 Se nota que el sacerdote está muy acostumbrado a estos casos.
Es difícil captar el dolor en algo que tiene mucho de ceremonia social.
La tristeza y el frio se combinan con el silencio de los que allí estamos. Todos quieren encontrar la palabra de ánimo pero nadie la pronuncia.
Abrazos fuertes. Abrigos enormes. Pastas en una mesa de la sala.
Las tumbas están sucias aunque en casi todas ellas hay promesas de no olvidarse nunca.
La gente está elegante y seria. A los diez minutos, parece que no ha pasado nada.
Y con dieciseís años, miras esas lápidas y parece increíble que un día también me vaya a tocar a mi.
Cuesta entender que esto es parte de la vida.

Rodrigo G.

Usa protector solar

Me gusta este video. Es el testamento vital de alguien que ha vivido mucho y ha descubierto el valor de lo natural, lo sencillo, lo auténtico.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=YDRId6QmNTA

Rodrigo G.

Corrupción y Democracia

En estos tiempos en los que las noticias sobre corrupción circulan por todos lados, escuchamos cada vez a más personas dudar de las bondades del sistema democrático. ¿ Se puede evitar?. ¿ Ha sido así siempre?. ¿Tenemos lo que nos merecemos?.¿Ocurre sólo en España?.

Doy una vuelta por los periódicos de medio mundo por internet. Es un viaje de veinte minutos que recomiendo vivamente. De diez periódicos consultados cuatro presentan casos de corrupción en la portada y el resto en alguna de sus secciones. Es descorazonador, pero es así.

¿Hay menos corrupción en países no democráticos?. Claramente no. Lo que hay es mucha menos información. Los países con menor corrupción política son aquellos con sistemas democráticos más desarrollados . Los negocios se hacen de forma transparente. No existe la cultura del enchufe y los poderes políticos se controlan unos a otros.

Recuerdo así aquella frase de que: " El poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente".

En definitiva, lo que está pasando con la corrupción política en España creo que es un reflejo de lo que ocurre cotidianamente. Tenemos lo que nos merecemos.

Rodrigo G.